Lo que estamos viviendo en estas semanas dentro del palacio supera cualquier expectativa. Te aviso desde ya: lo que se viene no es poca cosa. Hoy vengo dispuesto a levantar cada alfombra, a destapar cada rincón oculto y a poner sobre la mesa todo lo que se avecina para el final de esta temporada y para lo que está por llegar después. Porque, aunque parezca mentira, el rumbo de la historia está a punto de cambiar de forma radical.

Por un lado, tenemos a María Fernández, atrapada en el mayor dilema de toda su vida. Nunca la habíamos visto en una encrucijada tan intensa, tan emocionalmente demoledora. ¿Decidirá finalmente tener a su bebé? ¿Le contará la verdad a Curro? ¿Samuel dará un paso adelante definitivo o terminará por marcharse a las misiones, dejando atrás todo lo que conoce? Cada posibilidad es más complicada que la anterior, y la cuenta atrás ya ha comenzado.

Y por otro, la mayor pregunta que todos los seguidores se hacen desde hace meses: ¿cuándo regresará al fin Margarita Yopis? Esa mujer que entraba en una habitación y el aire cambiaba. La reina del giro inesperado, la que transformó la dinámica de la casa antes de marcharse dejando el palacio patas arriba. Su ausencia pesa, su sombra se alarga, y su retorno es prácticamente inevitable. El impacto que tendrá cuando vuelva promete ser devastador.

Pero agárrate bien, porque además quiero hablarte de algo crucial: los últimos 15 capítulos que quedan para cerrar esta cuarta temporada. Sí, solo quince. Y eso solo puede significar una cosa: la ficción de Televisión Española se está preparando para el terremoto más grande del año. Una sacudida narrativa que, como si estuviera planeada por el destino, llegará justo en vísperas de Navidad. Un cierre que promete dejar sin respiración a todos.

Sabemos que este lunes emitiremos el capítulo 727, así que el cálculo es simple: la temporada 4, igual que la temporada 3, consta de 250 episodios. Con los números en la mano, quedan exactamente 15. Ni uno más, ni uno menos. Y si haces cuentas, eso nos lleva directamente al final justo antes de que caigan las fiestas navideñas. El tiempo vuela y apenas nos damos cuenta de que ya estamos entrando en la recta final.

La cuenta regresiva es real, y se nota en cada trama. Todo está acelerándose a un ritmo vertiginoso. El secuestro del capitán, que nos dejó con el alma encogida, ha marcado un antes y un después. Verlo salir vivo de aquel encierro ha dejado a todo el mundo con la boca abierta, como solemos decir en mi pueblo: “con el moño hecho”.

Y si algo caracteriza a La Promesa es que jamás deja cabos sueltos al final de temporada. Cuando cierran un ciclo, lo cierran bien. Así que lo que estamos viendo ahora mismo —ese tono oscuro, esa tensión constante, esas decisiones límite— nos indica con claridad que se aproxima un desenlace fuerte, contundente, lleno de consecuencias irreversibles.

Míralo por partes:
Curro estuvo a punto de matar a Lorenzo.
Ángela está completamente desbordada emocionalmente, atrapada en un vínculo que la hace sufrir.
Leocadia está caminando hacia el borde mismo del precipicio.
Vera y Loé están a punto de estallar con el tema de las recetas robadas de Madame Cocot.
Adriano y Martina avanzan, poquito a poco, en una reconstrucción familiar que podría traernos sorpresas importantes en la temporada 5.
Manuel, por otro lado, sigue metido en su mundo de motores, secretos y esa relación extraña y confusa con Enora.

Todo está que hierve. Literalmente. Y cuando todo hierve a la vez, ya sabes lo que pasa: explota.

Ahora, la pregunta que todos se hacen: ¿qué va a pasar con Lorenzo de la Mata? Nunca antes lo habíamos visto tan acorralado, tan vulnerable y, a la vez, tan peligroso. Tiene a todo el mundo en su contra y el secuestro lo ha cambiado por completo. La serie solo puede tomar dos caminos: convertirlo en el gran antagonista de la temporada 5 —un villano sin nada que perder— o cerrar su arco ahora, de forma trágica, arrastrando consigo a medio palacio. Las dos opciones son narrativamente posibles, pero la tensión con Curro no va a quedar en nada. Eso es evidente.

Y atención aquí, porque viene una de las tramas más silenciosas y, sin embargo, más importantes de todas: la caída inminente de Leocadia. Durante el secuestro, Lorenzo le insinuó a Curro que ella pudo ser la responsable de haber encargado el veneno que mató a Jana. Curro no le creyó, Pía tampoco. Pero nosotros, espectadores que vemos cada gesto, cada sombra, cada silencio, sabemos perfectamente que la cosa no es tan imposible como ellos creen. De hecho, el comportamiento de Leocadia está cada vez más torcido: nerviosa, agresiva, desesperada… está al borde de cometer un error que lo cambie todo. Su secreto está empezando a oler a chamusquina, y probablemente será el detonante que abra la temporada 5.

Y no me olvido de Margarita Yopis. Su regreso no solo es esperado, es necesario. Alfonso y su cuñado la esperan para ajustar cuentas. Tendrá que redefinir su vínculo con su hija, recuperar lo perdido y poner en orden lo que quedó hecho pedazos. Y San Jacobo… bueno, que se prepare, porque Margarita no suele dejar nada a medias. Muy probablemente ella regrese en los últimos capítulos de esta temporada o directamente para abrir la siguiente. Su llegada será un golpe maestro.

En resumen, lo que queda por delante es una explosión narrativa: secretos al borde de revelarse, alianzas que se romperán, decisiones que marcarán un antes y un después, personajes que quedarán destrozados y otros que renacerán.

Gracias por acompañarme siempre. Te envío un abrazo fuerte y nos seguimos viendo en esta experiencia maravillosa llamada La Promesa.