EXTRAÑOS ALIADOS: LEOCADIA Y CURRO || CRÓNICAS de #LaPromesa #series
**EXTRAÑOS ALIADOS: LEOCADIA Y CURRO || CRÓNICAS DE #LaPromesa #series**
La nueva semana en *La Promesa* trae consigo un giro inesperado que nadie veía venir: **Leocadia y Curro, dos almas aparentemente opuestas, se convierten en aliados**. Lo que comienza como una coincidencia y un intercambio casual termina transformándose en una relación cargada de misterio, manipulación y emociones contenidas. En el majestuoso pero turbulento Palacio de La Promesa, nada es lo que parece, y esta nueva alianza promete poner todo patas arriba.
Desde el inicio de los episodios, el ambiente es tenso. Los pasillos se llenan de murmullos, y los criados sienten que algo se está fraguando entre sombras. Leocadia, la mujer más enigmática del palacio, vuelve a demostrar que su mente es tan afilada como su lengua. Siempre distante, siempre observadora, parece tener un plan que solo ella comprende. Pero lo que nadie sospecha es que **su nuevo cómplice será precisamente Curro**, el joven impulsivo y apasionado, movido por la necesidad de encontrar respuestas y justicia.
La alianza entre ambos surge en el momento más inesperado. Curro, desilusionado y herido por los recientes acontecimientos, empieza a desconfiar de todos. Su fe en la familia, en el amor y en los valores que lo han guiado hasta ahora se tambalea. En esa vulnerabilidad, Leocadia encuentra la oportunidad perfecta. Con su voz suave y su mirada calculadora, se le acerca con la promesa de ofrecerle lo que nadie más le ha dado: la verdad.
A lo largo de la semana, los encuentros entre Leocadia y Curro se vuelven cada vez más frecuentes. Primero son conversaciones breves, cargadas de insinuaciones; luego, verdaderos intercambios estratégicos. En un rincón oscuro del jardín o en el silencio de la biblioteca, los dos conspiran, comparten secretos y cruzan límites que ninguno de los dos habría imaginado. **Leocadia sabe manipular el dolor**, y lo hace con una maestría que roza lo inquietante. Cada palabra suya parece una caricia, pero también una trampa.
Curro, en cambio, actúa desde la emoción. Su carácter impulsivo lo lleva a creer que puede controlar la situación, sin darse cuenta de que está cayendo poco a poco en la red que Leocadia ha tejido con paciencia. Sin embargo, lo sorprendente es que entre ambos comienza a formarse algo más complejo que una simple alianza: una conexión ambigua, una mezcla de desconfianza, admiración y necesidad mutua.
El espectador asiste fascinado a esta extraña relación que se desarrolla como un juego de ajedrez. Leocadia mueve las piezas con precisión, mientras Curro intenta anticipar sus movimientos, sin advertir que ella ya está varios pasos por delante. Pero lo que nadie espera es que **Leocadia también comienza a mostrar grietas**. En algunos momentos de soledad, su máscara de frialdad se resquebraja. En su mirada se percibe una mezcla de culpa y nostalgia, como si las sombras del pasado la persiguieran más de lo que está dispuesta a admitir.
La relación entre ambos no pasa desapercibida. Los rumores comienzan a correr por el palacio. Jana observa de lejos con creciente inquietud. Conoce a Curro mejor que nadie y siente que algo no está bien. Su intuición le dice que Leocadia no actúa por compasión, sino por interés. Sin embargo, cuando intenta advertirle, Curro reacciona con furia. Las palabras hirientes que se dicen en esa discusión marcan un antes y un después: el vínculo entre Jana y Curro se fractura, y la soledad de este último lo empuja aún más hacia los brazos de Leocadia.
Mientras tanto, **Manuel**, ajeno a la magnitud de lo que está ocurriendo, se enfrenta a sus propios dilemas familiares, dejando el terreno libre para que esta nueva alianza crezca sin control. Los sirvientes, siempre atentos a los movimientos del palacio, empiezan a murmurar: “¿Qué buscan juntos Leocadia y Curro? ¿Qué esconden?” Las sospechas se multiplican, y el ambiente se vuelve sofocante.
A medida que los días avanzan, los objetivos de Leocadia se van revelando. No es solo ambición o deseo de venganza lo que la mueve; hay una historia oculta, un secreto que involucra directamente a las raíces de la familia. Su acercamiento a Curro no es casual: **ella sabe algo sobre su pasado**, algo que podría cambiarlo todo. Y cuando finalmente deja entrever parte de esa verdad, el joven queda devastado. La revelación cae sobre él como un rayo: la persona que más ha odiado podría ser, en realidad, la única que le queda.
El clímax de la semana llega con una escena de altísima tensión. Leocadia y Curro se enfrentan en el salón vacío del palacio. La luz entra por las ventanas altas, iluminando los rostros de ambos: ella, serena y calculadora; él, temblando de ira y confusión. En ese instante, la verdad sale a la luz, y el espectador comprende que su alianza ha sido tanto una estrategia como una tragedia. Leocadia confiesa algo que cambia el sentido de todo lo que ha ocurrido entre ellos. Curro, destrozado, debe decidir si confiar o romper definitivamente con ella.

Las consecuencias de esa conversación se extienden a todos los personajes. Jana, Catalina y Manuel se verán arrastrados por el torbellino de revelaciones que provoca este nuevo vínculo. El equilibrio del palacio se rompe, y la línea entre aliados y enemigos se difumina peligrosamente. Lo que parecía una simple manipulación se convierte en un vínculo lleno de matices, donde la traición y la lealtad se confunden.
El episodio final de la semana deja al público con el corazón en un puño. Leocadia desaparece misteriosamente después de su última conversación con Curro, y el joven, atormentado, decide seguir su propio camino para descubrir toda la verdad. Su mirada, al final, refleja un cambio profundo: ya no es el muchacho impulsivo de antes, sino un hombre marcado por la duda y el dolor.
En un cierre visualmente poético, *La Promesa* muestra a Curro caminando por el jardín al anochecer, mientras el viento agita los árboles y las luces del palacio parpadean a lo lejos. La voz de Leocadia resuena en su mente, como un eco imposible de silenciar: “A veces, la verdad no libera… destruye.”
**“Extraños aliados: Leocadia y Curro”** es una de las semanas más intensas y psicológicamente complejas de *La Promesa*. Con un guion que combina intriga, emoción y ambigüedad moral, la serie demuestra una vez más su capacidad para mantener al público al borde del asiento. Nada es blanco o negro, y hasta los personajes más oscuros revelan un lado humano.
Esta nueva alianza redefine el juego de poder dentro del palacio y deja una lección clara: en *La Promesa*, los enemigos de hoy pueden convertirse en los aliados del mañana… pero cada alianza tiene un precio, y no todos están dispuestos a pagarlo.