EL DUQUE HUMILLA A LEOCADIA POR LA BODA DE ÁNGELA || CRÓNICAS y ANÁLISIS de La Promesa
Por fin llegó el viernes y con él la sensación deliciosa de que empieza el descanso. Bendito sea el Señor, qué ganas había. Además, este fin de semana tengo celebración: mañana sábado, aunque mi cumpleaños real sea el domingo 30 de noviembre, voy a festejarlo porque es cuando puedo reunir a la gente. Y si a eso le sumo que la semana que viene llegan los Emmys —y que Valle Salvaje tiene todas las papeletas para llevarse el premio— pues imaginaréis la ilusión que me hace. Ojalá podamos celebrarlo juntos porque sería un reconocimiento para todos los que formamos parte del proyecto. Si ganamos, prometo mostraros en un futuro vídeo una fotito con el galardón; y si no, ser nominados ya es un logro enorme.
Dicho esto, hoy tengo bastantes cosas que comentar porque el capítulo de La Promesa me ha dejado encantado, sobre todo por el avance final que veremos en el episodio de hoy viernes. Pero antes quería agradecer a todos los que me revelasteis en comentarios que el palacio que hace de residencia del duque de Carvajal y Cifuentes es, en realidad, el Palacio de Galiana en Toledo. Ha sido un descubrimiento para mí porque no lo conocía. Toledo lo tengo aún pendiente, aunque viviendo en Madrid lo tengo a un paso; espero poder escaparme pronto, ya que esa ciudad está llena de rincones que muero por visitar.
Este Palacio de Galiana, según contáis, es antiquísimo: en el siglo X fue la almunia del rey de la taifa de Toledo. A lo largo de los siglos sufrió deterioros, como buena parte del patrimonio histórico de España, y en el XIX, tras las desamortizaciones, partes del recinto pasaron a la casa de Montijo, la de Eugenia de Montijo. Pero el lugar siguió en estado lamentable durante décadas. No fue hasta 1931 cuando se declaró monumento histórico-artístico del Tesoro Nacional gracias a un decreto firmado por Niceto Alcalá-Zamora, presidente provisional de la Segunda República. Y ya en 1959, quizá alguien de Toledo recuerde esa época, comenzó la restauración que permitió devolverle vida. Hoy podemos disfrutarlo e incluso visitarlo; si logro ir a Toledo, igual me paso a ver si el duque me deja alojarme —aunque lo dudo, que seguro que me pone a llevar cuentas y administrar tierras como si fuera Leocadia.
La Promesa: Ángela humilla a Lorenzo
Y ya que menciono a Leocadia… madre mía, qué vergüenza ajena me dio en la escena familiar en la que estaban todos merendando. Mientras todos intentaban mantener el decoro, ella se dedicaba a despellejar a las invitadas: que si su vestido no era apropiado, que si otra tenía dinero pero no título, que si tal o cual no era lo bastante noble. ¿Perdona? ¿Con qué autoridad juzga a nadie cuando ella misma no pertenece a la nobleza? Era como escuchar a alguien pontificar desde un pedestal hecho de aire. Y encima sin pizca de gracia. Porque si Cruz criticaba, sí, era mordaz y afilada, pero tenía un ingenio que te arrancaba una carcajada. Lo de Leocadia es otra cosa: pura bilis sin talento.
Pasando a la fiesta del duque de Carvajal y Cifuentes, donde vimos el final del capítulo: ayer muchos comentabais que el duque podría ser el padre de Ángela porque no le gustó nada el anuncio del compromiso. Pero no, eso está totalmente descartado; no hay relación de sangre. Que en la serie haya insinuaciones sobre una posible historia pasada entre él y Leocadia es otra cosa, pero nada más. Lo que realmente le molestó fue que el capitán anunciara algo tan serio en su fiesta, sin su permiso. Y además, el duque no traga a Lorenzo de la Mata. Y, por si fuera poco, esperaba algo diferente para Ángela. Me encantó que le dijera a Leocadia lo mismo que pensamos los espectadores: que por fin su hija tendrá un título, aunque sea como consorte, porque casarse con un capitán del ejército español da cierto estatus; pero que, aun así, algo no encaja.
Lo más irónico es que, aunque los matrimonios por conveniencia sean la norma entre la aristocracia, el duque es capaz de ver que Ángela no será feliz con Lorenzo. Lo percibe desde lejos. Sabe que ese matrimonio no tiene ni un ápice de sentimiento; es un acuerdo frío que llevará a la muchacha al sufrimiento. Y eso sin contar su decepción con Leocadia, porque él mismo no entiende cómo una madre que presume de querer tanto a su hija puede entregarla a alguien así.
La escena fue brillante, especialmente porque mientras el duque y Leocadia hablaban, al fondo aparecía Lorenzo, incapaz de apartar la vista de una de las bailarinas que actuaba en la fiesta. Todo un cuadro: él, distraído con movimientos de danza oriental; el duque señalando el desastre del compromiso; y Leocadia lanzándole una mirada que decía “como te pille, te retuerzo el cuello”. Oro puro.
También me reí muchísimo viendo a Petra con el uniforme azul de diario de las criadas. Siempre va vestida de negro, oscura como la noche, y verla así, tan distinta, me pareció divertidísimo.
La Promesa: Curro, dispuesto a ir a la cárcel por Ángela
En otro tema, ya se confirmó que Santos es Madame Cocot. De momento no hemos visto mucho más, pero felicidades a todos los que lo sospechasteis. Ahora solo falta que Loé lo ponga en su sitio.

Y no quiero olvidarme del puñetazo de Curro. Lorenzo se lo merece con creces; en realidad se merece no uno, sino setenta veces siete, como diría la Biblia. No sé qué ocurrirá ahora porque dudo que Lorenzo se quede quieto, aunque tampoco creo que pueda expulsar a Curro de la Promesa, porque Curro tiene una especie de “inmunidad” social dentro del lugar. En el avance del capítulo de hoy vemos a Curro confesándole a Pía que está harto y que no piensa permitir esa boda. Todo apunta a que hará algo. Ojalá. Veremos hasta dónde llega.
Lo que sí me alegra es ver a Lorenzo recibiendo, aunque sea un poco, del daño que ha causado. Lo hemos visto maltratar a Curro e incluso darle latigazos. Que ahora reciba un golpe de vuelta es pura justicia.
Y con esto cierro. Contadme en comentarios qué os ha parecido todo, dejad vuestro buen me gusta y suscribíos para seguir creciendo como comunidad de promisers y clippers. Y si queréis más historias de época, recordad que mi novela Postbellum, ambientada en la España de 1920, está disponible en Amazon. Un thriller lleno de pasión, personajes intensos y ese castellano evocador que os hará sentir que vivís en otra época. Tenéis el enlace en la descripción y en el comentario fijado.
¡Gracias por estar ahí y nos vemos mañana con más vídeos!