‘La Promesa’ capítulo 724: Curro y Lorenzo: duelo mortal final

Curro y Lorenzo: duelo mortal final

La Promesa se prepara para un episodio que marcará un antes y un después: el choque definitivo entre Curro y Lorenzo. En el adelanto del capítulo 724, que se emitirá el miércoles 26 de noviembre, la atmósfera se carga de un presagio oscuro que se cuela por cada pasillo. El capitán ha desaparecido, pero nadie imagina que Curro lo tiene retenido en el escondite oculto del palacio, decidido a arrancarle por fin la verdad sobre todas las desgracias que ha sembrado: la muerte de Jana, el derrumbe de Eugenia y la cruel manipulación de Ángela.

Desde el primer rayo del día, el ambiente es extraño. No hay tormenta ni cielos rotos, pero el palacio entero parece contener la respiración. Los criados se mueven con un nerviosismo apenas disimulado; los señores intentan aparentar normalidad mientras cruzan miradas inquietas. Todos murmuran lo mismo: Lorenzo no está. El rumor viaja desde la cocina hasta el salón: el caballo volvió sin jinete, espuma en el hocico, indicio de que algo violento ocurrió durante la noche.

Mientras Pía, Lope y Rómulo intercambian sus temores en voz baja, Curro deambula con una serenidad tan perfecta que resulta sospechosa. Nadie imagina que, bajo esa fachada tranquila, esconde un fuego antiguo. Él sabe exactamente dónde está Lorenzo… porque lo dejó allí encadenado, en la habitación secreta que solo unos pocos conocen.

Curro y Lorenzo se enfrentarán en un capítulo sin precedentes de 'La Promesa '

Horas antes, cuando todos dormían, descendió por la escalera oculta con una lámpara en una mano y una pistola en la otra, sintiendo que cada peldaño lo alejaba de su vida pasada. Encontró a Lorenzo preso en la silla de hierro, sudoroso, exhausto, pero todavía capaz de mostrar ese brillo venenoso en los ojos. El capitán lo recibió con sarcasmo y desprecio, pero Curro no estaba dispuesto a dejarse amedrentar. Había ido a exigir justicia, a sacar a la luz cada crimen, especialmente el que lo marcó para siempre: la muerte de Jana.

El enfrentamiento verbal entre ambos se vuelve un duelo psicológico. Lorenzo, aun encadenado, intenta manipularlo recordándole sus culpas, sus inseguridades, las sombras de su pasado. Curro intenta arrancarle una confesión directa, pero Lorenzo juega con medias verdades, insinuaciones y sonrisas torcidas. Asegura que él no disparó contra Jana, que solo seguía órdenes de alguien mucho más poderoso. Habla de conspiraciones, de manos invisibles que han movido los hilos del destino de Curro desde que era un niño. Sugiere incluso que la locura de Eugenia no fue obra suya en solitario, sino el resultado de un entramado más complejo que involucra a personas muy queridas.

Curro no sabe si creerlo. Su rabia quiere disparar; su corazón quiere respuestas. Y mientras el muchacho trata de mantener el control, arriba Manuel revisa documentos sospechosos y siente que todo está conectado con las actividades turbias del capitán. Martina y Catalina también notan que algo no encaja; presienten que Curro oculta algo importante. El palacio entero parece inclinarse hacia una tormenta que nadie puede ver.

De vuelta en la sala oculta, Lorenzo cambia de estrategia. En vez de provocar, empieza a tentar. Le ofrece a Curro lo que más desea: la verdad completa. Nombres, pruebas, responsables. Le promete revelar quién dio la orden final sobre Jana, quién llevó a su madre al límite, quién lo convirtió en el peón silencioso del palacio. Y añade un precio: su propia vida. Si Curro le permite escapar, él entregará todo. Si lo mata, nunca sabrá nada más. Curro escucha, atrapado entre el deseo de justicia y el miedo a convertirse en aquello que tanto aborrece.

La Promesa' enfrentará ferozmente a Curro y Lorenzo en un capítulo especial  sin precedentes

La tensión alcanza su punto más alto cuando un ruido en la escalera rompe el frágil equilibrio. Alguien está bajando. Alguien que no debería conocer ese lugar. Curro apunta hacia la entrada, el pulso desbocado. En ese segundo de distracción, Lorenzo se lanza contra él con la poca movilidad que le dan las cadenas. La pistola gira, el mundo se inclina. Un disparo estalla, ensordeciendo la habitación. El sonido atraviesa muros, pasillos y corazones.

Arriba, todos se sobresaltan al escucharlo. Pía deja caer la ropa, Manuel detiene su paso, Martina se queda blanca. Un tiro. Solo uno. Y ese único disparo decide un destino.

En la penumbra de la habitación secreta, el aire huele a pólvora y miedo. Curro cae de rodillas, aturdido, mientras la pistola se desliza por el suelo. Cuando alza la vista, ve una mancha oscura expandiéndose sobre una camisa. Alguien jadea. Alguien se desangra. Alguien está a punto de morir.

Pero el episodio termina ahí, dejando la pregunta suspendida en el aire como un filo que aún no ha caído:
¿Curro o Lorenzo? ¿Quién ha recibido la bala? ¿Y qué verdad quedará enterrada bajo las sombras de La Promesa cuando uno de los dos caiga para siempre?

El duelo final ha comenzado… y solo uno saldrá con vida.