Saludos, amigos. Vengo con las primicias de lo que veremos en el próximo capítulo de La Promesa. El episodio empieza así.

El nuevo amanecer en La Promesa llega envuelto en un silencio extraño, denso, como si la casa escondiera un secreto a punto de revelarse. Ese misterio nace en el hangar, donde Enora y Toño llevan días entrando a escondidas, ajenos a que Petra ya ha empezado a unir piezas sospechosas.

Mientras en la cocina todos siguen con su rutina, Petra percibe los comportamientos nerviosos de Carlo y el extraño movimiento nocturno en el hangar. Su intuición la lleva a seguir discretamente a Enora, que cruza el pasillo con una llave oculta, acompañada de un Toño inquieto. Ambos avanzan decididos hacia su proyecto clandestino: un motor experimental que esperan usar para sobresalir por encima de Manuel.

En el hangar, los dos continúan afinando el prototipo, convencidos de que será su boleto hacia el reconocimiento de Lisandro y de la propia marquesa. Lo que ignoran es que Manuel ha comenzado a notar irregularidades: piezas cambiadas, material faltante y pedidos que él no autorizó. La confirmación llega cuando Petra le entrega un mensaje del proveedor: Enora retiró material usando su nombre.

La traición ya no es una sospecha. Manuel, herido y enfurecido, se dirige al hangar. Allí sorprende a Enora y Toño arrancando el motor clandestino, una máquina inestable que vibra como una bestia mal ensamblada. La confrontación estalla: Manuel exige explicaciones y Enora intenta justificarse alegando que él nunca valoró su talento. Manuel desmonta cada excusa, revelando que ella robó piezas, falsificó su identidad y lo engañó durante semanas.

La tensión sube hasta que irrumpe el servicio completo, seguido por Leocadia. Todos escuchan mientras Manuel expone la magnitud de la traición. Enora, arrinconada, suplica y acusa, pero ni la marquesa ni el personal muestran compasión. Finalmente, Manuel dicta sentencia: Enora queda expulsada de La Promesa.

Toño, quebrado, admite su parte, aunque Manuel decide darle una oportunidad de reparar el daño. Enora, por el contrario, pierde el poco apoyo que le quedaba y se derrumba frente a todos. Los guardias la escoltan para recoger sus cosas, mientras la casa entera contempla su caída sin un gesto de piedad.

El hangar queda en silencio. Manuel declara que La Promesa vuelve a estar limpia. Petra asiente, satisfecha. La traición ha sido descubierta, el equilibrio restaurado… pero nada volverá a ser igual.