Bienvenidos a este nuevo vídeo de avance de La Promesa del lunes 25 de agosto de 2025
En el próximo capítulo de La Promesa, correspondiente al episodio 660 que se emitirá el lunes 25 de agosto de 2025, los espectadores serán testigos de una serie de revelaciones, emociones intensas y giros inesperados que pondrán en jaque la estabilidad de muchos personajes. La historia avanza con fuerza, y lo que parecía estar en calma se sacude con nuevas tensiones familiares, amorosas y laborales.

El episodio arranca con una conversación clave entre Curro y Catalina. El joven decide ser sincero con la hija de Alonso y le confiesa algo que ella desconocía por completo: Martina está planeando abandonar la Promesa. Esta revelación impacta profundamente a Catalina, que se queda atónita al descubrir que la situación de su prima ha llegado a un punto tan crítico. Catalina se siente herida, dolida y traicionada, porque nadie le había informado antes de que las cosas estaban tan mal. Ella, acostumbrada a tener el control y a estar al tanto de todo lo que ocurre en la hacienda, no puede comprender cómo se le escapó un detalle tan grave.

Curro, con franqueza, le explica que Catalina se ha vuelto tan implacable en sus decisiones que nadie se atreve a contradecirla. Esas palabras la golpean con fuerza, pues aunque intenta mostrarse firme y segura, en su interior sabe que en los últimos tiempos ha tomado posturas duras y que quizá ese autoritarismo esté afectando a los demás. Martina, cansada de enfrentamientos y sin encontrar un lugar donde sentirse en paz, ha tomado la determinación de irse, y ahora la bomba ha estallado justo en el corazón de Catalina.

Avance de ‘La Promesa’ del capítulo del lunes 25 de agosto: Un plan de marcha y una nueva amenaza

En paralelo, Toño vive atormentado por un sentimiento de culpa que no lo deja en paz. Él sabe que gran parte de los problemas financieros que hoy enfrenta Manuel en la empresa se deben a una mala decisión suya: arriesgó el dinero destinado a la compra de maquinaria en un movimiento precipitado, lo que provocó que tuvieran que recurrir a Leocadia para conseguir fondos adicionales. Ese error pesa sobre sus hombros como una losa, y aunque trata de mostrarse fuerte, en su interior no puede evitar sentirse responsable del caos que se ha desatado. La tensión económica, que ya era evidente, amenaza con generar aún más conflictos entre los socios y familiares.

En la mansión, la ausencia del capitán Lorenzo se hace cada vez más notoria. No hay señales de su regreso, y esa incertidumbre empieza a generar movimientos inesperados. Petra, siempre fiel a la disciplina y al orden de la casa, decide que ya es hora de que alguien organice las pertenencias y la habitación del ausente. Para ella, no tiene sentido mantener un espacio en desorden a la espera de alguien que quizá nunca regrese. Pero al proponerle la tarea a Curro, este se niega con firmeza. Curro defiende que cualquier movimiento podría desatar conflictos si Lorenzo volviera y encontrara todo cambiado. En lugar de desafiar las memorias y las pertenencias del capitán, pide a Petra que le asigne otra labor distinta. Este pequeño choque refleja dos maneras de enfrentar la incertidumbre: una práctica y fría, y otra más prudente y emocional.

Mientras tanto, la trama de Vera avanza por un camino doloroso. La joven sigue sufriendo la ausencia de su hermano, que decidió marcharse después de denunciar a su propio padre. La separación la hiere profundamente, pero cuando Teresa le pregunta si se arrepiente de las decisiones que tomó, Vera responde con determinación: lo volvería a hacer todo de nuevo. Para ella, la libertad y la justicia valen más que cualquier sacrificio, aunque admite que ese precio ha sido demasiado alto. La soledad, el dolor y las lágrimas son ahora parte de su día a día, pero no se deja vencer.

Por otro lado, Santos se acerca a Petra para advertirle de que Cristóbal está indagando demasiado en el pasado, especialmente en lo relacionado con la relación de su padre y Pía Adarre. El mayordomo no disimula su interés y Santos deja claro que no piensa ocultar nada si Cristóbal lo presiona. Esto abre la puerta a un conflicto mayor, porque los secretos que han permanecido enterrados demasiado tiempo empiezan a salir a la luz, amenazando con desestabilizar las lealtades de la Promesa.

En otra parte de la casa, Enora busca aclaraciones sobre los rumores que la rodean. Harta de comentarios y habladurías sobre su vínculo con Toño, decide enfrentarse a la situación de manera directa. Acude a Simona y Teresa para exigirles explicaciones: quiere saber quién ha puesto en duda la naturaleza de su relación con Toño. Las cocineras, sorprendidas y algo incómodas, no pueden esquivar la pregunta. Ellas saben que en una casa como la Promesa nada pasa desapercibido, y que cualquier gesto, palabra o cercanía puede convertirse en un rumor peligroso. Sin embargo, ahora deben dar la cara y explicarse, aunque saben que la tensión puede aumentar aún más.

La Promesa – Ricardo abre su corazón y besa a Pía

En el terreno del amor, Pía y Ricardo viven un momento dulce, apasionado y cargado de esperanza. A pesar de los problemas que los rodean, ambos han decidido apostar por su relación sin importar los obstáculos. Pía, siempre consciente de que su empleo está en riesgo, teme que las circunstancias los separen. Sin embargo, Ricardo la tranquiliza con palabras firmes: pase lo que pase, estará a su lado, y si deben marcharse, lo harán juntos. Esta promesa refuerza su amor y los une todavía más. La pareja se sella con un beso lleno de pasión, un beso que habla de compromiso y de lucha compartida.

Pero en medio de ese instante de felicidad, la sombra de los problemas vuelve a aparecer. Cristóbal presencia el beso entre Pía y Ricardo, y lo que ve no le resulta indiferente. La escena enciende dentro de él un fuego de decisiones drásticas que podrían poner en riesgo la felicidad de la pareja. Los celos, los intereses personales y la dureza de su carácter se combinarán en un cóctel explosivo que amenaza con desatar un nuevo conflicto en la Promesa.

Este capítulo, cargado de tensión y emociones, muestra cómo cada personaje se enfrenta a sus propias batallas: Catalina a su propia dureza, Curro a la incertidumbre, Toño a la culpa, Vera al dolor de la libertad, Petra al orden frente al vacío, Enora a los rumores, y Pía a un amor que debe proteger de todo lo que lo amenaza.

El lunes 25 de agosto de 2025, los espectadores tendrán una cita con un episodio que no dejará indiferente a nadie. Cada decisión, cada palabra y cada secreto pondrán en juego la estabilidad de la hacienda y de quienes viven en ella.