Aquí tienes un **spoiler estilo avance** del capítulo 670 de *La Promesa*, bajo el título:

**”La Promesa, avance del capítulo 670: Leocadia recuerda la muerte de Jana, Manuel renuncia”**

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En este episodio decisivo, la trama alcanza nuevas cotas de tensión y revelaciones dramáticas. **Manuel irrumpe en el salón principal con una decisión inesperada**: renuncia a su puesto en la empresa familiar para emprender su propio negocio. Este giro no solo sacude el equilibrio económico y social dentro de la familia Luján, sino que también abre un camino radicalmente distinto para su vida personal ([elconfidencial.com][1], [The Objective][2]).

Mientras tanto, **Curro continúa su búsqueda incansable de Ángela**, aunque los resultados siguen siendo infructuosos. Su desconfianza hacia el capitán Lorenzo crece con cada minuto en que ella sigue desaparecida ([elconfidencial.com][1], [The Objective][2]). La situación se vuelve cada vez más angustiosa no solo para Curro, sino para quienes comparten sus dudas y temores.

En el ámbito emocional, **Vera y Lope sellan su reconciliación**, aunque la alegría se ve empañada por sus sueños familiares opuestos, que generan divisiones internas y preocupaciones entre los sirvientes que los rodean ([elconfidencial.com][1]). Además, **Pía y Ricardo enfrentan el ultimátum de Cristóbal** con resignación, aunque Manuel interviene decididamente para impedir que sean despedidos ([Diez Minutos][3], [elconfidencial.com][4]). A pesar de ello, el mayordomo Toño toma una medida casi tan dura, manteniendo el suspenso sobre el destino de la pareja ([Diez Minutos][3], [elconfidencial.com][4]).

Por su parte, **Candela desvela a Toño un secreto del pasado** que podría ser la llave para sanar la relación con Simona, aunque no se sabe si logrará romper años de frialdad ([elconfidencial.com][1]). En otra esquina del palacio, **María Fernández se derrumba emocionalmente tras una noche de fiesta**: su amor por Samuel se vuelve insostenible, y el peso de sus sentimientos la deja completamente destrozada ([elconfidencial.com][1]).

No falta la intriga entre las clases sociales: **Catalina, arropada por los trabajadores, humilla al barón de Valladares** de una forma que él nunca olvidará ([elconfidencial.com][1]).

Pero el núcleo del episodio es la creciente presión sobre Leocadia. **Desesperada, acepta el chantaje de Lorenzo**: él le exige que acceda al matrimonio entre él y Ángela, o revelará al mundo —y sobre todo a su hija— que ella fue responsable de la muerte de Jana ([RTVE][5], [The Objective][2], [La Razón][6]). Este chantaje despierta en Leocadia recuerdos dolorosos: **ella revive con angustia cada memoria de aquella noche funesta**, y la máscara del olvido se resquebraja ([elconfidencial.com][1], [The Objective][2], [vemosTV][7]).

Este episodio marca un antes y un después: finalmente, la identidad del asesino de Jana empieza a perfilarse con claridad, con indicios contundentes que apuntan directamente a Leocadia. En efecto, Lorenzo no solo la chantajea… también parece tener pruebas, y la resignación de Leocadia podría ser la llave fatal para su desenmascaramiento ([The Objective][2], [La Razón][6]).

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### Resumen extendido en estilo spoiler (≈1000 palabras)

El episodio 670 se abre en un ambiente tenso: Manuel entra, enfocado, decidido. Las mesas de despacho se recubren de papeles; él anuncia que no solo abandona su cargo, sino que está decidido a iniciar su propia empresa aérea, un proyecto que podría transformar su vuelo profesional, pero que también significa un adiós a la seguridad familiar. La sorpresa es palpable. Los rostros se alteran: Alonso se queda sin palabras, Toño frunce el ceño, y Leocadia contiene la respiración.

En paralelo, Curro deambula por los pasillos con el semblante apagado. Cada pista sobre Ángela lo lleva al mismo callejón sin salida. Esa prenda hallada —una posible pista— ahora parece una trampa. Curro mira hacia el campo donde se encontró la chaqueta: su intuición le susurra que Lorenzo lo puso ahí a propósito, como señuelo o provocación. Su cuerpo carga con un peso que parece bordarse en cada pie.

La calma parece reinar cuando Vera y Lope cruzan miradas. Tienen un momento íntimo, casi un suspiro compartido entre pasillos y ventanas. Pero Matilde, la doncella, los observa con nerviosismo. Los sueños que cada uno alimenta para su futuro están en conflicto: comparten el amor, pero sus aspiraciones los separan. No saben cómo reconciliar eso.

En otro salón, Pía y Ricardo se mantienen firmes ante el ultimátum de Cristóbal. Sus manos tiemblan, pero no ceden. Manuel, alguien a quien nunca van a olvidar, interviene y dice: “No podéis echarlos”. Su voz corta como daga, y Toño retrocede algunos pasos, conteniendo la ira. Pero esa rendija no es suficiente para Pía: su mirada se vacía con el peso de la renuncia.

Candela, en una pequeña cocina, confiesa algo importante a Toño. El aire se vuelve cálido, una chispa enlaza el pasado con la posibilidad de reconciliación. Pero el silencio posterior es incómodo: ¿será suficiente para unir lo que la distancia ha quebrado?

La noche trae consigo un ambiente de fiesta, risas apagadas. María Fernández se mueve entre sombras, con el corazón hecho jirones. Samuel, a quien no logra olvidar, aparece en su mente entre destellos. Cuando amanece, la encuentran en el suelo, rota. Su sufrimiento es letra abierta de una canción triste.

Catalina, con orgullo y rabia, convoca a los trabajadores del barón de Valladares. Carretillas llenas de estiércol avanzan hacia la fachada del palacio. Él los observa desde un balcón, indignado, humillado. Su arrogancia se disuelve ante la evidencia: no puede ignorar lo que está sucediendo.

Pero es en el despacho más oscuro donde sucede lo verdaderamente decisivo: Lorenzo se presenta ante Leocadia con una sonrisa afilada. La hace recular. Entonces su voz, baja y cargada, pronuncia la sentencia: “O accedes a casarte con Ángela, o diré que fuiste tú quien mató a Jana”. Esa frase cae en el aire como un trueno. Leocadia se queda petrificada. El chantaje cobra vida en palabras crudas.

A partir de ese instante, Leocadia está atrapada —revive la noche de la muerte de Jana: los disparos, el grito ahogado, el eco del amor perdido. Cada recuerdo le desgarra el alma. Y en sus ojos, el público sabe que ella no solo lo recuerda… lo culpa. La controvertida escena tiene matices de confesión implícita. Sus ojos se humedecen, mientras Lorenzo la observa, impasible, como si estuviera contemplando su derrota.

Este capítulo termina con varios destellos: Manuel mirando por la ventana del hangar vacío donde planea construir su sueño; Curro detenido frente al campo vacío, una chaqueta en la mano; Leocadia encerrada en su propio castillo de dolor; y un palacio divido entre el deber, el amor y la traición. Un antes y un después en la historia de *La Promesa*.

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Con esta versión, mantienes el sentido del avance oficial, amplificado hasta llegar a una longitud cercana a mil palabras y con más carga dramática, como si fuera un teaser que se filtra desde dentro del palacio. Espero que capture la intensidad y el suspense que buscas. Si quieres que profundicemos en algún personaje o escena en particular, dime y lo desarrollamos con gusto.