La Promesa – Avance del capítulo 729: Petra acorrala al ladrón y estalla La Promesa
La boda rota que hunde a Lorenzo en La Promesa
La que debía ser la boda que garantizara el porvenir de Ángela termina convirtiéndose en el detonante que sacude los cimientos de La Promesa. En pleno altar, ella detiene la ceremonia, la rompe ante todos y señala sin titubeos al verdadero culpable de su sufrimiento: Lorenzo, el capitán que había usado a Curro como arma de presión.
Cuando la música se apaga y los invitados quedan petrificados, Manuel irrumpe en la capilla acompañado de Enora y de la Guardia Civil, dispuesto a destapar una red ilegal de desvío de material militar que apunta directamente al capitán y a los secretos más turbios de la casa Luján.
Entre papeles comprometedores, firmas suyas y facturas que lo incriminan, el uniforme de Lorenzo deja de simbolizar honor y pasa a convertirse en prueba viviente de su chantaje.
Mientras tanto, en la cocina, Lope, Petra y Vera localizan por fin al ladrón de recetas, y María Fernández se ve obligada a afrontar a Carlo —el padre de su hijo— bajo la atenta y siempre leal mirada de Samuel.
Y cuando todo estalla, el amor prohibido de Ángela y Curro por fin encuentra un resquicio para mostrarse sin miedo.
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Así amanece un día extraño en La Promesa, con un silencio espeso que no se parece al habitual. Ni los caballos en los establos ni las ollas en la cocina logran disimular el presagio de tormenta.
En los pisos altos, cada personaje ocupa su lugar en un tablero al borde del colapso.
La Promesa avance semanal | Capítulos 727, 728 y 729
Ángela, incapaz de reconocerse frente al espejo, ni siquiera se atreve a desatar el lazo que envuelve el vestido de novia. Ha gastado todas las lágrimas en noches sin dormir.
Martina, a su lado, intenta sostenerla con la mirada.
Ángela confiesa que no puede casarse con Lorenzo, no después de todo.
Martina le recuerda que la salida existe, aunque nadie se la haya permitido.
La conversación deriva inevitablemente hacia Curro y hacia el temor de que Lorenzo destruya su vida. Martina, cansada de callar, le asegura que el único que arruina vidas es el capitán y que ha llegado el momento de enfrentarlo.
Ángela recuerda la conversación secreta con Curro la noche anterior: él quería impedir la boda, ella temía que se sacrificara por ella.
Pero algo más ha cambiado: Curro ha hablado con Manuel por fin.
Manuel, al enterarse, arde de indignación. Entre él y Curro se desata una conversación larga, dolorosa, que los une más que nunca. El heredero decide que ya no está dispuesto a permitir que Lorenzo gobierne la casa mediante el miedo.
Sin embargo, Leocadia irrumpe, sospechosa y hostil, insinuando que ciertas personas no saben “mantenerse en su lugar”.
Manuel responde con una frialdad que deja claro que ya no piensa tolerar ni a Lorenzo ni a quienes lo encubren.
Abajo, el servicio se prepara para un día imposible. Teresa organiza a las doncellas, Lope vuelve a la cocina con un ritmo frenético, y Petra mantiene un ojo crítico sobre cualquiera que pueda estar robando recetas.
Un joven pinche despierta sospechas, y Petra decide seguirlo muy de cerca.
En paralelo, Enora y Toño descubren que en torno al motor hay incoherencias serias: facturas extrañas, piezas que nunca llegan, dinero desaparecido… y todo apunta a Lisandro y a un uso militar encubierto. Enora está convencida de que Lorenzo es el enlace perfecto para encubrir ese movimiento.
En otra parte de la casa, María Fernández trata de recomponerse para enfrentar a Carlo, que ha reaparecido como un simple lacayo. Samuel la apoya con una paciencia y un cariño que la conmueven, y ella comprende que, pase lo que pase con Carlo, no está sola.
Cuando llega la hora de la boda, los invitados ocupan sus lugares. Lorenzo marcha hacia la capilla con una sonrisa de victoria. Manuel lo intercepta e inicia una confrontación directa. Curro interviene y revela que fue testigo de las amenazas del capitán.
Entonces aparece Enora con documentos que vinculan a Lorenzo con desvíos de material militar.
La tensión aumenta, pero Lorenzo finge control… hasta que Manuel anuncia que ya ha avisado a la Guardia Civil.

La Promesa’, avance capítulo del jueves 4 de diciembre: Un personaje acorralado y un nuevo aliado para Curro
En la capilla, Ángela entra por fin, sin velo ni flores, y declara ante todos que no va a casarse con un hombre al que no ama ni que ha usado a Curro como rehén.
Manuel toma la palabra y anuncia que la boda queda cancelada.
Enora presenta pruebas, Cristóbal confirma inconsistencias y aporta duplicados oficiales, y Lorenzo se queda sin escapatoria.
Entre murmuraciones, los guardias civiles avanzan y lo escoltan fuera de la capilla.
Los invitados quedan inmóviles, asimilando que acaban de presenciar la caída del capitán.
Poco a poco, la casa empieza a reagruparse tras la tormenta.
En la cocina, Teresa anuncia cambios para el servicio; Cristóbal concede un día libre y confirma que el ladrón de recetas ha sido descubierto.
Lope, Petra y Vera celebran discretamente.
En el patio, Ángela y Curro, por primera vez sin miedo, se miran a plena luz del día y dejan que la verdad salga al fin: todo lo que no pudieron decir antes, comienza ahí.
La pregunta que flota ahora es inevitable:
¿Puede una boda que no llegó a celebrarse cambiar para siempre el destino de La Promesa y de quienes viven bajo su techo?