Hola, soy tu Gustav y aquí me tienes…
Bienvenidos una vez más a este espacio en el que cada tarde nos sumergimos en el universo de La Promesa, la serie que se ha convertido en líder indiscutible de la televisión española. Como siempre, aquí encontrarás un repaso completo, detallado y lleno de emoción sobre todo lo que ocurre dentro y fuera de los muros del palacio. Y debo confesarte que aún estoy tratando de asimilar la bomba que nos dejó el capítulo anterior, el 670, porque aunque ya se había adelantado que Leocadia era la culpable de la muerte de Hann, verlo con nuestros propios ojos en pantalla fue un golpe devastador. La tensión, las imágenes y el dramatismo de la escena han dejado a todos los seguidores sin aliento.

Ahora nos adentramos en el capítulo 671, que corresponde al martes 9 de septiembre, y créeme, las emociones no van a dar tregua. El foco se centra de nuevo en uno de los episodios más polémicos de los últimos tiempos: la llamada rebelión del estiércol, o como algunos la bautizaron, la “rebelión del moñigo”. Lo que parecía un gesto simbólico de rebeldía por parte de la señorita Catalina se convierte en una chispa que amenaza con encender un incendio mucho mayor. Lo que inició como una protesta aislada, ahora parece despertar a los jornaleros de otras fincas, que empiezan a exigir también mejoras salariales y condiciones más dignas. Lo simbólico se transforma en un verdadero efecto dominó.

La Promesa Capitulo 671 – video Dailymotion

Adriano, el esposo de Catalina, es uno de los primeros en percibir el peligro que esto implica. A sus oídos llegan rumores inquietantes: en una finca vecina los trabajadores se han sublevado abiertamente. La posibilidad de que esa ola de protestas se extienda le provoca un profundo desasosiego. Y mientras el capitán Garrapata, siempre sarcástico y burlón, se lo toma como una broma, Alonso no comparte en absoluto su ligereza. El asunto es serio y puede traer consecuencias imprevisibles. Martina, por su parte, también se entera de lo ocurrido y corre a contárselo a su tío, quien no tarda en exigir explicaciones directas tanto a Catalina como a Adriano. En este episodio, veremos cómo las tensiones políticas y familiares suben de tono. La gran pregunta que flota en el aire es si el varón de Valladares responderá con toda la furia y poder que lo caracterizan, convirtiendo esta protesta en el inicio de un conflicto mucho mayor.

Pero no solo la política sacude los cimientos de La Promesa. También el drama personal avanza con fuerza. Curro, desgarrado por la desaparición de Ángela, siente que la espera ha llegado a su límite. Su desesperación se convierte en una decisión radical: denunciar al capitán Lorenzo ante el sargento Burdina. En este capítulo, lo veremos compartiendo este peligroso plan con Pía, quien percibe de inmediato lo arriesgado de la jugada. Curro quiere dar un paso que puede costarle caro, porque sabe que enfrentarse a Lorenzo significa jugarse la vida. Sin embargo, su determinación es tal que parece dispuesto a todo. La duda que se plantea es clara: ¿logrará denunciar al capitán a tiempo o reaparecerá Ángela antes de que el joven pueda dar ese paso? La tensión se palpa en cada palabra y cada mirada.

Mientras tanto, Leocadia vive su propio calvario. La mujer que parecía calculadora y fuerte ahora se desmorona por dentro, rota por la angustia. Su hija sigue desaparecida, y el trato con Lorenzo, lejos de darle resultados, se ha convertido en una pesadilla. El capitán no pierde oportunidad de recordarle que la tiene atrapada, que solo podrá liberar a Ángela si acepta sus condiciones y permite un matrimonio impuesto. Peor aún, la amenaza se intensifica cuando él le recuerda que conoce su secreto: fue ella quien asesinó a Hann. Este chantaje constante hiere la fibra más íntima de Leocadia, que ya no sabe cómo escapar de esta telaraña. En el nuevo capítulo, veremos cómo reúne fuerzas para plantarle cara, exigiendo que cumpla lo prometido y libere de una vez a su hija. Quiere verla, comprobar con sus propios ojos que está viva, aunque en el fondo sabe que con Lorenzo nunca existen garantías. El miedo comienza a calarle hasta los huesos.

Pasemos ahora a la zona de servicio, que siempre es escenario de intrigas paralelas que no se quedan atrás en intensidad. Desde que Cristóbal Ballesteros llegó al palacio, las tensiones no han hecho más que aumentar. Este hombre parece tener la habilidad de enredarlo todo y de alimentar las rivalidades. Santos, el joven que muchos apodan el “muñeco diabólico” o incluso “Chucky” por su carácter retorcido, ha encontrado en él un aliado inesperado. En este episodio lo veremos humillar cruelmente a su propio padre, Ricardo, delante del mayordomo. Le ordena que ayude a los jardineros a podar los rosales, y cuando Ricardo intenta resistirse, Ballesteros interviene para rematar la humillación: “obedezca sin rechistar”, le ordena con frialdad. Este nuevo tándem entre Santos y Ballesteros es inquietante. Si ya resultaba peligroso el dúo de Petra con Santos, ahora la alianza entre el muchacho y el nuevo mayordomo amenaza con ser todavía peor.

Y precisamente Petra será la víctima de un incidente inesperado. La mujer sufre un accidente en los jardines, donde se golpea y queda inconsciente, con una herida sangrante. El hallazgo de su cuerpo por parte de los jardineros añade dramatismo a la trama. Este percance no suaviza su relación con Ballesteros; al contrario, la recrudece. Petra, siempre altiva y temida, ahora se ve obligada a enfrentarse con un adversario que no se deja intimidar. La tensión entre ambos amenaza con explotar en cualquier momento, y algunos comienzan a preguntarse si este será el principio del fin para la temida doña Cicuta.

En el terreno sentimental, también veremos momentos profundamente conmovedores. Candela, tras haber compartido con Toño la dura verdad sobre la muerte de Custodio, abre su corazón de una manera desgarradora. Le cuenta que su madre renunció a la posibilidad de estar junto a él y su hermana para protegerlos. Esta confesión permite a Toño comprender por fin las razones que marcaron su infancia y el sacrificio que su madre tuvo que hacer. En este capítulo se producirá la tan esperada reconciliación entre madre e hijo. Será una escena íntima, sincera y llena de verdad, que emocionará a más de uno. Enora, la pareja de Toño, observa todo desde la distancia con orgullo y emoción, sintiéndose testigo de un momento sanador que llevaba mucho tiempo esperando.

 

Por último, tenemos a María Fernández, la doncella que se convirtió en el centro de atención en el capítulo anterior por regresar de la verbena de Luján en estado ebrio. La vimos derrumbarse en la entrada del palacio, llorando y desinhibida frente a Samuel, quien la recogió con ternura. Ahora, en este nuevo episodio, María despierta con una resaca terrible y sin recordar casi nada de lo sucedido. Serán Teresa y el propio Samuel quienes le cuenten en qué condiciones llegó la noche anterior. La vergüenza la consume, y su relación con Samuel queda en un punto delicado: ¿será el final de lo que sienten o el inicio de una nueva etapa?

En definitiva, el capítulo 671 de La Promesa promete ser un torbellino de emociones. La rebelión del moñigo amenaza con desatar un conflicto social de grandes proporciones, Curro se enfrenta a la decisión más peligrosa de su vida, Leocadia lucha contra el monstruo que la chantajea, las intrigas en la zona de servicio se vuelven cada vez más envenenadas, Petra sufre un accidente que puede marcar un giro en su historia, Toño y Simona logran por fin reconciliarse en una escena sanadora y María Fernández encara las consecuencias de sus excesos. Todo esto conforma un mosaico dramático que confirma por qué La Promesa se ha ganado el corazón de la audiencia y sigue siendo la novela líder de cada tarde.

Así que ya lo sabes: no te pierdas este episodio, porque las pasiones, los secretos y las venganzas no hacen más que crecer. Y recuerda, como siempre, aquí estaré para contarte cada detalle.