LA SEMANA MÁS PELIGROSA: ÁNGELA SE DESPLOMA | AVANCE SEMANAL DE LA PROMESA
La próxima semana en La Promesa promete ser una de las más intensas, oscuras y decisivas de toda la temporada. Del lunes 15 al viernes 19 de diciembre, en los capítulos 734 al 738, los personajes se enfrentarán a decisiones irreversibles, secretos largamente ocultos saldrán a la luz y varias historias alcanzarán un punto de no retorno. Nada volverá a ser igual en el palacio, porque cuando el poder se impone, el amor se fuerza y la verdad se esconde demasiado tiempo, las consecuencias siempre son devastadoras.
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El eje central de la semana es, sin duda, la boda de Ángela y Lorenzo, una unión que deja de ser un compromiso social para convertirse en una auténtica cárcel. Lorenzo se mantiene firme y rechaza la propuesta de Manuel para frenar el enlace. No solo eso: deja claro que no permitirá que Ángela viaje a Zúrich para continuar sus estudios. La joven pierde, de un solo golpe, su libertad, su independencia y su futuro. Lorenzo demuestra que este matrimonio no será simbólico ni conveniente, sino una imposición total.
El impacto en Ángela es inmediato y brutal. Su cuerpo comienza a fallar: desmayos, medicación y un tratamiento tan agresivo que la mantiene ausente, sedada y completamente vulnerable. Curro, con la ayuda de Pía, logra verla a escondidas y queda devastado al encontrar a una Ángela rota, suplicando ayuda, muy lejos de la mujer fuerte que conocía. A pesar de los intentos desesperados de Manuel, Curro e incluso Alonso, nadie logra detener lo inevitable. La boda sigue adelante mientras Ángela se desploma física y emocionalmente.
En paralelo, estalla uno de los conflictos más peligrosos de la temporada: el 25% de La Promesa. Manuel, acorralado, juega su última carta y ofrece a Lorenzo una parte del palacio a cambio de cancelar la boda. Una propuesta escandalosa que pone en riesgo el legado familiar. Cuando Alonso regresa de su viaje y descubre lo ocurrido, entra en pánico: no solo no trae pruebas contra Lorenzo, sino que descubre que su propio hijo ha hipotecado el futuro del palacio. Sin embargo, el mayor golpe llega el viernes, cuando el propio Alonso, humillado y desesperado, repite la oferta al capitán. Está dispuesto a sacrificar parte de su herencia para salvar a Curro y a Ángela. La gran incógnita queda en el aire: ¿aceptará Lorenzo o su ambición va mucho más allá del dinero?
Mientras tanto, en el hangar, se libra otra batalla silenciosa. Enora cae enferma y Toño, por primera vez, muestra una ternura sincera al cuidarla. Las noches compartidas, el calor improvisado y la cercanía emocional fortalecen su vínculo… pero ese acercamiento tiene un precio. Toño descubre una carta que confirma sus sospechas: Enora sigue mintiendo. La presión aumenta hasta que, el jueves, Enora confiesa por fin la verdadera razón de su llegada a La Promesa, una revelación capaz de dinamitar tanto el proyecto de los motores como las relaciones construidas allí.
María Fernández continúa ocultando su embarazo, pero su cuerpo empieza a pasar factura. El cansancio extremo culmina en un desvanecimiento que desata el pánico de Carlo, más implicado que nunca. Samuel insiste en llevarla al médico, pero María se niega, aterrada ante una verdad que ya no puede esconder. El acercamiento entre María y Carlo despierta los celos del padre Samuel, con Pía interviniendo para poner límites.
Por otro lado, el escándalo de Madame Cocot da un giro inesperado. El periódico revela que el cocinero López Ruiz es, en realidad, la célebre Madame Cocot. Lejos de hundirlo, la revelación lo encumbra, hasta el punto de que Lorenzo le encarga el banquete de su boda. Sin embargo, la injusticia persiste: Santos no paga por sus actos, lo que lleva a López al límite, provocando un enfrentamiento que obliga a Curro a intervenir. A pesar de recibir una oferta fuera, López decide quedarse en La Promesa por amor, dignidad y lealtad.
Finalmente, la relación entre Martina y Adriano se intensifica peligrosamente. Con Catalina ausente, las confidencias, las cenas y una noche inesperada junto al fuego los empujan a cruzar una línea prohibida. Ambos saben que el silencio dice demasiado.
Para cerrar la semana, Teresa endurece su mando, pero el servicio comienza a darle la espalda. Aislada, se refugia cada vez más en Cristóbal Vallesteros, un movimiento que podría cambiar para siempre las dinámicas del palacio.
La Promesa entra así en su semana más peligrosa, donde cada decisión deja cicatrices imborrables y el drama alcanza su máxima expresión.