¿SE CONOCIERON MARGARITA Y LEOCADIA EN EL PASADO? || CRÓNICAS y ANÁLISIS de La Promesa

✨ Spoiler: “El vínculo oculto entre Margarita y Leocadia: un pasado que podría cambiarlo todo” ✨

Hoy, queridos promisers, nos adentramos en un tema que ha encendido los comentarios y levantado un auténtico torbellino de teorías entre los seguidores de La Promesa: ¿pudieron Margarita Yopis y Leocadia conocerse en el pasado? ¿Existe entre ellas una conexión anterior que ahora está a punto de salir a la luz? Lo cierto es que la idea no parece tan descabellada si analizamos la línea temporal y los acontecimientos que marcaron las vidas de ambas mujeres.

Margarita, interpretada magistralmente por Cristina Fernández Pintado, es sin duda una de las figuras más queridas y respetadas por los fans. Su elegancia, fortaleza y esa manera tan suya de mantenerse fiel a sus principios la han convertido en “la reina de La Promesa”. Sin embargo, su regreso a la hacienda abre interrogantes sobre lo que sabe, lo que ha escuchado y lo que podría descubrir sobre Leocadia, la enigmática mujer que tanto daño ha causado entre los Luján.

Recordemos que Margarita abandonó La Promesa hace ya un año, justo antes de que se desencadenaran algunos de los hechos más impactantes: no presenció la boda de Jana y Manuel, ni el anuncio de su matrimonio, y mucho menos la trágica muerte de Jana. Tampoco fue testigo de la llegada de Leocadia y Ángela a la casa ni del parto de Catalina. En resumen, se marchó cuando todo estaba a punto de estallar. Pero, aunque no haya estado físicamente presente, su hija Martina le ha mantenido informada mediante cartas, contándole las novedades, los compromisos y hasta los escándalos. Así que Margarita, aunque ausente, no llega completamente a ciegas.

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Si echamos la vista atrás, hay que recordar que Margarita entró en la familia Luján antes incluso de que Alonso se casara con Carmen. En una de las primeras escenas en que se mencionó su historia, ella recordaba la boda de Alonso y Carmen y la imagen de esta última entrando en la ermita del brazo de su padre. Eso significa que para entonces, Margarita ya mantenía una relación con Fernando, lo bastante seria como para ser invitada a un evento tan íntimo. Su historia con él, por lo tanto, se remonta incluso antes de que Carmen se convirtiera en marquesa.

En aquellos años, Cruz aún era una niña que vivía en Cuba junto a su padre, su hermana y, por supuesto, Leocadia. No existía aún el vínculo que más tarde uniría sus destinos. Pero, diez años después, a finales de la década de 1880, todo empezó a cambiar. Cruz, ya convertida en una joven ambiciosa y determinada, comenzó a frecuentar los círculos sociales de los Luján. Asistía a fiestas, bailes y reuniones donde coincidía con Alonso, de quien se obsesionó profundamente. En ese contexto, Leocadia formaba parte de su entorno más cercano, como dama de compañía y confidente.

Es posible —y aquí viene la teoría más jugosa— que en alguna de aquellas veladas Fernando y Margarita asistieran como invitados, lo que abriría la puerta a que, aunque fuera brevemente, coincidieran con Cruz y Leocadia. Tal vez se cruzaron sin conocerse, tal vez se observaron desde lejos sin sospechar lo que el futuro les depararía. Pero todo cambió cuando la tragedia golpeó: Carmen murió, asesinada precisamente por Leocadia, que deseaba allanar el camino para que su señora, Cruz, se convirtiera en marquesa.

En la boda de Alonso y Cruz —un evento que reunió a todos los miembros de la alta sociedad— sí se puede afirmar con certeza que Margarita y Leocadia coincidieron. Ambas estuvieron allí, y aunque no está confirmado que se presentaran formalmente, compartieron el mismo espacio, los mismos murmullos y las mismas apariencias de una felicidad que, en realidad, escondía rencor y ambición. Después de aquel enlace, las relaciones entre las dos familias se deterioraron drásticamente. Cruz detestaba a Fernando y a Margarita, y el sentimiento era mutuo. Por eso, es muy poco probable que volvieran a coincidir tras aquella boda.

Sin embargo, podría haber existido otro breve cruce de caminos, quizá en los días previos al enlace o durante alguna estancia de Margarita en la hacienda. Nada es seguro, pero la posibilidad flota en el aire, sobre todo sabiendo lo propensos que son los guionistas de La Promesa a conectar los hilos del pasado para desatar nuevas tormentas en el presente.

Avanzando unos años, llegamos a la década de 1890. En 1895 nace Martina, la hija menor de Margarita y Fernando, mientras que Leonor también llega al mundo ese mismo año. Es curioso cómo las dos familias, sin saberlo, compartían momentos vitales en paralelo. Aunque Martina frecuentó la hacienda desde muy joven, para entonces Leocadia ya no estaba en España. Pero existe un dato curioso, casi una coincidencia de esas que hacen pensar: en 1898 y 1899, Margarita y Fernando se arruinaron debido a unas inversiones fallidas en Cuba. Y, justo en esos mismos años, Leocadia se encontraba en la isla, huyendo porque Cruz intentó asesinarla.

La Promesa - Leocadia, encantada con la decisión de su hija

¿Casualidad o destino? Tal vez nunca lo sabremos con certeza, pero si algún guionista decidiera unir esas dos líneas narrativas, el resultado sería explosivo. Imaginen descubrir que los negocios de Fernando y Margarita en Cuba se cruzaron, de alguna forma, con la huida de Leocadia. La serie ganaría una nueva capa de misterio, conectando pasados aparentemente distantes.

Y aún hay más. El conde de Ayala, otro personaje que conoció a Leocadia en su juventud, podría ser el puente entre ambas historias. Es posible que en alguna conversación casual hubiera mencionado a Margarita el nombre de una amiga de la infancia llamada Leocadia, sin saber que, años después, aquella mujer reaparecería para causar tanto daño. Si en el futuro Margarita reconociera ese nombre y dijera: “Ignacio me habló de ti”, sería un detalle brillante, una forma de unir piezas que llevaban tiempo dispersas.

De hecho, fue el propio conde quien advirtió a Cruz de que su pasado estaba a punto de alcanzarla tras la reaparición de Leocadia en la fiesta de los condes de Urbizu. Y esas palabras resuenan hoy con más fuerza que nunca: “No cantes victoria, Cruz. El pasado nos acecha, y el tuyo está a punto de atraparte.”

¿Y si ese pasado también involucra a Margarita? ¿Y si la reina de La Promesa no solo regresa para poner orden, sino para enfrentar verdades que ni ella misma imaginaba? La posibilidad de que Leocadia y Margarita compartan una historia anterior añade una tensión irresistible a los próximos capítulos.

Por ahora, solo queda esperar. Pero una cosa es segura: cuando el pasado llame a la puerta de La Promesa, nada volverá a ser igual. Y, como siempre, los secretos enterrados serán los que determinen quién sobrevive a las consecuencias.

Así que, promisers, preparad vuestros corazones. Porque si este reencuentro entre dos mujeres tan distintas —y a la vez tan parecidas en fuerza y determinación— se confirma, nos espera una de las revelaciones más impactantes de toda la serie. El pasado está más vivo que nunca… y está a punto de cobrarse su deuda.