UN ARMA EN LA NOCHE: ¡JANA CAÍDA! | AVANCES DE LA PROMESA 15-18 DE DICIEMBRE

Nel Palazzo della Promessa tutto sembra scivolare verso un punto da cui non sarà più possibile tornare indietro

En La Promesa, la tensión alcanza niveles críticos. Todo en el palacio parece encaminado hacia un punto de quiebre irreversible. Las alianzas que sostenían a la familia Luján comienzan a romperse, las máscaras caen y los secretos que durante años mantuvieron el delicado equilibrio empiezan a desmoronarse uno tras otro. La calma que parecía prevalecer se rompe de golpe: lo que estaba oculto amenaza con salir a la luz, y los personajes se ven obligados a enfrentarse a verdades que han estado enterradas demasiado tiempo.

Alonso, por primera vez, toma una postura decidida. El marchese extiende su mano a Hana y Curro, dispuesto a colaborar con ellos para descubrir la verdad sobre la muerte de Dolores y esclarecer todo lo que había quedado en el silencio. Este gesto marca un cambio significativo en su carácter: Alonso deja de ser un observador pasivo y decide involucrarse directamente, ofreciendo apoyo y reconociendo la gravedad de las revelaciones que se avecinan. Su acercamiento no es solo emocional, sino estratégico, porque entiende que el destino de su familia depende de enfrentar la realidad, aunque esta sea dolorosa.

Mientras Alonso intenta recomponer los lazos rotos, el palacio entero se ve sacudido por una ola de miedo y ansiedad. Cruz se siente acorralada, incapaz de mantener ocultas las intrigas que durante años la protegieron. Su desesperación aumenta, y el pánico comienza a dominarla. Petra, por su parte, teme que los fantasmas del pasado regresen para cobrar cuentas pendientes, consciente de que los secretos que guardaba ya no son suficientes para sostener su posición. Lorenzo reacciona con violencia al descubrir que los secretos más oscuros podrían salir a la luz, y su furia añade otra capa de tensión al ambiente ya cargado.

Leocadia, como siempre, juega un papel ambiguo. Insinúa, sugiere y alimenta sospechas que generan confusión y paranoia entre los habitantes del palacio. Su influencia se percibe en cada rincón: nadie sabe realmente cuáles son sus verdaderas intenciones, y su presencia hace que cada acción se analice con cautela. La combinación de sus manipulaciones y la presión sobre los demás personajes crea un clima enrarecido, donde la lealtad se pone a prueba y los vínculos personales se rompen o se redefinen constantemente.

La Promesa: La despedida de Jana y Manuel

En medio de este caos, las relaciones personales también se transforman. El sentimiento entre Curro y Ángela encuentra un resquicio para expresarse. Los jóvenes se acercan, superando miedos y dudas, mientras Catalina intenta sanar viejas heridas y restaurar la confianza con aquellos a quienes ha lastimado. Samuel, por su parte, lucha contra un amor que no puede permitirse, enfrentándose a su vocación y a los sentimientos que lo consumen. En la servidumbre, las tensiones estallan: los años de tensiones acumuladas y secretos reprimidos hacen que los criados y criadas se enfrenten de manera abierta, rompiendo el delicado equilibrio que antes existía.

La noche llega con un giro dramático. Un ataque inesperado cambia por completo la dinámica del palacio: Hann es herida en su habitación, un acto violento que sacude a todos. La noticia se propaga rápidamente y desencadena el pánico. Manuel, al regresar de su viaje, encuentra a su esposa en el suelo, gravemente herida. El terror lo paraliza por un instante, pero sabe que cada segundo es crucial: pide ayuda inmediatamente y envía a Curro a buscar un médico. Solo el doctor Gamarra, médico de confianza de la familia, podrá determinar la gravedad de la situación y si Hann y su hijo por nacer están fuera de peligro.

La intervención de la Guardia Civil se vuelve inminente. Alonso propone actuar de inmediato, convencido de que no se trata de un accidente. Sorprendentemente, Leocadia apoya la decisión, aunque su actitud genera dudas sobre sus verdaderas intenciones. Cruz, en cambio, pide esperar, alegando cautela, pero su insistencia despierta sospechas: ¿intenta proteger a alguien o simplemente ganar tiempo para ocultar algo? La tensión se multiplica, y cada gesto, cada palabra, es interpretada con desconfianza.

Mientras tanto, Petra se enfrenta al pánico y a la culpa. Cruz la confronta con la posibilidad de que Hana y Curro saben cómo fue asesinado Thomas, y esta revelación la aterroriza. La marchesa, concentrada en proteger su reputación, ignora las consecuencias de sus acciones y refuerza su carácter egoísta y calculador. Los rumores se esparcen rápidamente: Hana y Curro son en realidad Mariana y Marcos, hijos de Dolores, y Leocadia aprovecha para sembrar nuevas sospechas entre los miembros del palacio. Su manipulación se vuelve más evidente: actúa como confidente, pero al mismo tiempo mantiene un control sutil sobre la información que circula.

La Promesa: Jana muere en brazos de Manuel

Lorenzo, al percibir que Ana comienza a destapar secretos antiguos, reacciona con violencia verbal. Considera que la joven amenaza con destruir la familia y no duda en acusarla de actuar sin pensar en las consecuencias. Hann, a pesar de todo, sigue confiando en Leocadia, aunque los signos que recibe son cada vez más inquietantes. La tensión se convierte en un conflicto latente, y la posibilidad de enfrentamientos directos aumenta a cada instante.

En la servidumbre, la tensión llega a su punto máximo. Petra insinúa que Hann merecía lo que le ocurrió, lo que provoca la furia de Simona. La cocinera, incapaz de controlar su ira, arremete violentamente contra Petra, liberando años de resentimiento acumulado. La escena es caótica y demuestra cómo el ataque a Hann no solo afecta a la familia principal, sino también al personal, que se ve atrapado en la tensión y el miedo. Todos saben que alguien dentro del palacio podría estar detrás del intento de asesinato, y la incertidumbre genera desconfianza y alarma entre todos.

La investigación comienza. El sargento Burdina llega al palacio para iniciar las pesquisas. Su enfoque es riguroso: interroga a todos los presentes y busca reconstruir los movimientos de quienes estaban en el lugar durante el ataque. Se descubre un elemento clave: la pistola que podría haber causado la herida a Hann desapareció misteriosamente del estudio de Alonso. Determinar quién tuvo acceso a esa habitación se vuelve crucial para esclarecer los hechos. Manuel posee un detalle decisivo que puede cambiarlo todo, pero aún no se ha decidido a revelarlo, y esta incertidumbre mantiene a todos en vilo.

Mientras el palacio espera la llegada del médico y los primeros informes, la tensión no disminuye. Maria Fernández se siente culpable por no haber acompañado a Hann la noche del ataque, mientras Pia confirma sus sospechas de que alguien actuó deliberadamente. La combinación de miedo, sospecha y la posibilidad de traición dentro del palacio convierte la situación en un drama absoluto. Todos los habitantes saben que un acto violento ha alterado irreversiblemente la vida en la Promesa, y la verdad está a punto de emerger, amenazando con cambiar las relaciones, las lealtades y el futuro de la familia Luján para siempre.